Psicología positiva: prácticas para aumentar la resiliencia
- Marta Rubio Lara

- 25 nov
- 2 Min. de lectura

Tradicionalmente, la psicología ha puesto el foco en identificar y tratar los problemas o dificultades emocionales. Sin embargo, la psicología positiva plantea un cambio de mirada: en lugar de centrarnos solo en lo que no funciona, busca potenciar nuestras fortalezas, cultivar emociones agradables y entrenar recursos internos que nos permitan vivir con mayor bienestar.
Uno de los conceptos clave de este enfoque es la resiliencia, la capacidad de afrontar las adversidades, aprender de ellas y salir fortalecidos. No se trata de evitar las dificultades —porque forman parte de la vida—, sino de entrenar la mente para adaptarse y crecer a pesar de ellas.
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia no significa “ser fuerte todo el tiempo” ni “no sentir dolor”. Ser resiliente implica aceptar la realidad, reconocer las emociones que surgen en momentos difíciles y encontrar nuevas formas de avanzar. Una persona resiliente puede pasar por una crisis, pero no se queda atrapada en ella: utiliza sus recursos personales y sociales para reconstruirse.
Lo importante es entender que la resiliencia no es innata, sino que se puede desarrollar con práctica y acompañamiento.
Prácticas recomendadas de psicología positiva
La psicología positiva propone una serie de ejercicios que, practicados de forma regular, ayudan a fortalecer la resiliencia:
Gratitud diaria: anotar tres cosas positivas que hayan ocurrido cada día. Este sencillo hábito cambia la atención de lo negativo hacia lo valioso que nos rodea.
Mindfulness: entrenar la atención plena para conectar con el presente y reducir la rumiación de pensamientos negativos.
Optimismo realista: aprender a ver oportunidades incluso en situaciones difíciles, sin negar los problemas, pero enfocándose en lo que se puede hacer para mejorar.
Fortalezas personales: identificar en qué somos buenos y utilizar esas capacidades en la vida cotidiana aumenta la confianza y la sensación de control.
Conexión social: rodearse de personas que aporten apoyo emocional es un factor protector frente a la adversidad.
Beneficios de cultivar la resiliencia
Mayor capacidad para afrontar cambios inesperados.
Reducción del impacto del estrés y la ansiedad.
Incremento del bienestar emocional y la satisfacción con la vida.
Mejora de las relaciones interpersonales, al gestionarse mejor las emociones.
El valor del acompañamiento psicológico
Aunque algunas prácticas se pueden incorporar de manera individual, muchas personas encuentran difícil mantenerlas o aplicarlas en momentos de crisis. En esos casos, la ayuda de un psicólogo puede marcar la diferencia, ofreciendo herramientas adaptadas a cada situación personal.
En Clínica Belgar te acompañamos en el desarrollo de la resiliencia a través de la psicología positiva. Nuestro objetivo es que aprendas a afrontar la vida con más confianza, serenidad y optimismo, transformando las dificultades en oportunidades de crecimiento.
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