Trastornos obsesivo-compulsivos (TOC): señales, mitos y tratamientos actuales
- Marta Rubio Lara

- 7 nov
- 2 Min. de lectura

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una de las condiciones psicológicas más conocidas y, al mismo tiempo, más incomprendidas. Se caracteriza por la presencia de obsesiones, es decir, pensamientos intrusivos, recurrentes y no deseados que generan ansiedad, y de compulsiones, conductas repetitivas realizadas para reducir ese malestar.
El TOC no es simplemente ser perfeccionista o tener manías. Se trata de un trastorno que puede llegar a ser incapacitante y afectar de manera significativa a la vida personal, laboral y social de quien lo padece.
Señales de alerta
Algunas señales que pueden indicar la presencia de TOC son:
Pensamientos repetitivos e invasivos que generan ansiedad, como miedo a contaminarse, dudas constantes o temor a hacer daño a otros.
Conductas ritualizadas: lavarse las manos en exceso, comprobar varias veces si la puerta está cerrada o colocar los objetos de una manera concreta.
Sensación de amenaza constante: creer que si no se realiza la compulsión, algo malo ocurrirá.
Pérdida de tiempo significativa: las obsesiones y compulsiones ocupan gran parte del día e interfieren en las actividades cotidianas.
Mitos frecuentes sobre el TOC
Existen muchas creencias erróneas en torno a este trastorno:
“Todos tenemos un poco de TOC”: no es cierto. Aunque algunas personas tienen rutinas o preferencias muy marcadas, el TOC va mucho más allá. Se caracteriza por el malestar intenso y la incapacidad de controlar los pensamientos o conductas.
“Se controla con fuerza de voluntad”: el TOC no se supera simplemente “echándole ganas”. Requiere tratamiento psicológico especializado, y en algunos casos apoyo farmacológico, para reducir la intensidad de los síntomas.
“El TOC es solo limpieza y orden”: aunque son manifestaciones comunes, el TOC también puede estar relacionado con miedos a hacer daño, dudas constantes o necesidad de acumular objetos.
Tratamientos actuales
La investigación ha demostrado que el TOC puede tratarse con éxito gracias a diferentes enfoques:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): especialmente mediante la técnica de exposición con prevención de respuesta, que ayuda a enfrentar los pensamientos obsesivos sin recurrir a la compulsión.
Psicoeducación: entender cómo funciona el TOC es clave para reducir el miedo y la culpa.
Apoyo farmacológico: en algunos casos, los profesionales de la salud mental pueden recomendar medicación como complemento a la terapia psicológica.
Terapias de tercera generación: enfoques como la terapia de aceptación y compromiso (ACT) también han mostrado eficacia en el manejo de los pensamientos intrusivos.
El papel del acompañamiento profesional
El TOC no desaparece por sí solo y puede agravarse con el tiempo si no se trata. El acompañamiento psicológico es fundamental para aprender a identificar las obsesiones, romper el ciclo de las compulsiones y recuperar la autonomía en la vida diaria.
En Clínica Belgar ofrecemos apoyo especializado para personas con TOC, adaptando la terapia a las necesidades de cada paciente. Nuestro objetivo es ayudarte a recuperar el control, reducir el malestar y mejorar tu calidad de vida.
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