Existen dos tipos de hambre: el hambre fisiológico y el hambre emocional:
¿Cómo identificamos el Hambre Fisiológico?
El hambre fisiológico aparece de forma gradual y se ajusta a nuestros horarios establecidos,es decir, si todos los días comemos a las 14:00h, nuestro cuerpo sabe que a esa hora le administramos comida.
Aparece de forma gradual y tal y como aparece puede también desaparecer si no la complacemos. Se sacia con cualquier alimento o plato, incluso aquellos que no nos gustan tanto.
¿Cómo identificamos el Hambre Emocional?
El hambre emocional aparece de repente sin horarios y siendo más propensa su aparición en momentos en los que nos encontramos relajados después de todo el día (por la tarde-noche), además, este tipo de hambre no se sacia con cualquier cosa si no alimentos hiper palatables, es decir alimentos que son altos en azúcares, en grasas o en sal. Nuestro hambre emocional se sacia cuando casi hemos llegado al empacho asociándose con culpabilidad y emociones.
¿Cómo podemos ayudarte a superar el hambre emocional?
Cuando el hambre emocional se ha vuelto recurrente, puede conllevar a conductas como la ansiedad por la comida, el comer compulsivamente, atracones, etc. ¿Cómo ponemos remedio a esta situación?
Desde el área de nutrición te ayudaremos a comprender que la comida no es el foco del problema, si no una tirita que ponemos para solucionarlo, a partir de aquí trabajar qué sentimientos o sensaciones estamos “tapando” con la comida.
A continuación, prestaremos atención a las diferentes sensaciones corporales, en el hambre fisiológica se activan mecanismos como ese “rugido” de nuestro estómago o la sensación de vacío que nos indican que tenemos hambre, al contrario de lo que pasa con el hambre emocional.
Bibliografía: Lattimore,P (2020). Mindfulness-based emotional eating awareness training: taking the emotional out of eating. L Kristelle J, et al. (2011). Mindfulness-based eating awareness training for treating binge eating disorders: the conceptual foundation.
Arantxa Jiménez Blanca
Nutricionista